El esqueleto de Ciro es color malva.
Escucho soluciones sistemáticas, me busco silencioso, salto, camino, agoto mi soledad de demonio bicéfalo. El curso ha terminado y me recubre el tedio con sus aletas de lascivo vengador. Es el sentimiento de la etapa terminada, no hay un comienzo aún, todos los declives tienen alma de declive, cielo e infierno de declives, final de viaje, gracias por confiar en nosotros y hasta pronto.
Parasangas por aquí y por allá. Jenofonte, amigo, mercenario del silencio y el participio de perfecto, dame más Ciros y Cunaxas.
Jenofonte también sufre el declive cada fin de curso. Pero Jenofonte no muere, sólo sufre en silencio.
Prometo retomar el griego en el futuro. La lengua helena es una prisión de dulzura y caricias: “Dame dos derivados de αὐτός y te dejaré libre.”
Grotesco.
Jesús Fernández Navarro (Ex-Alumno; Pre-u)
3 comentarios
pompilo -
Τα λέμε, que significa "nos vemos", o literalmente "lo hablamos". Del griego antiguo ταῦτα λέγομεν, apocopado en τα(υτα) λέ(γο)με(ν). Fácil, aunque luego se complica un poco: http://to-simiomatario-moy.pblogs.gr/2007/05/ta-leme-bre.html
Jesús -
Es que el fin de curso está cargado de una extraña melancolía. El griego y Jenofonte me han dado buenos momentos y, por mucho que tenga ilusión por un nuevo amanecer, acabo suscribiéndome a lo doloroso de este final de etapa, pues algo tiene.
Me da apuro decirselo pero...: Gracias Pompilo, por todo ;).
Ana -
Mucha suerte en la nueva aventura, Jesús, seguro que recordarás siempre a ese profesor que te mostró las claves del alfabeto griego y te descubrió un nuevo horizonte.